El cáncer es una de las enfermedades más temidas y respetadas en todo el mundo. No es casualidad.
Tampoco lo es que, en las últimas décadas, el cáncer de piel cada vez está más y más presente en nuestras vidas… Pero, ¿por qué?
La principal razón por la que se puede llegar a producir un cáncer en la piel es la sobreexposición solar.
Mas ahora que vemos como el cambio climático ayuda año tras año a romper récords de altas temperaturas a nivel global.
Sin embargo, la mayoría de personas sigue sin tomar las precauciones necesarias diariamente para protegerse de una desgracia tan grande como lo sería un cáncer de piel.
Por eso, en el artículo de hoy, vamos a ver por qué se produce el cáncer de piel, sus síntomas y cómo proteger nuestra piel día a día para vivir una vida feliz y sana.
¿Qué es el cáncer de piel?
El cáncer de piel es, en su esencia, el desarrollo anormal de las propias células de la piel
Como ya hemos visto, por lo general, el cáncer de piel es muchísimo más frecuente en aquellas zonas más expuestas a la luz solar.
Sin embargo, esto no quiere decir que no es posible tener cáncer de piel en zonas que reciben poco o nada de rayos solares. De hecho, es muy probable también.
Así que antes de empezar a ver cómo se desarrolla el cáncer de piel, debemos entender los principales tipos de esta enfermedad:
- Carcinoma basocelular
- Carcinoma epidermoide
- Carcinoma de células escamosas
- Melanomas
¿Cómo se desarrolla el cáncer de piel?
El cáncer de piel se desarrolla por la repetida exposición sin protección de nuestra piel a los rayos UV naturales del sol y artificiales también.
Así, si a partir de ahora piensas ir horas a la playa sin sombrilla ni protector solar como de costumbre, piénsalo dos veces. Lo mismo cuando vayas a tu centro de confianza a tu cama bronceadoras.
Pero, ¿por qué se produce el cáncer en la piel?
Pues bien, los rayos UV son muy violentos e incluso pueden llegar a cambiar la estructura de nuestro propio ADN.
Por si no eras del todo consciente, nuestro ADN es el responsable de estructurar nuestros genes dentro de cada una de las células de nuestro cuerpo y les dice cómo comportarse.
Así, nuestro propio ADN desarrolla genes que ayudan a nuestras células a reproducirse, dividirse y morir (cuando ya no se necesitan). Este último tipo de genes se conocen como los genes supresores de tumores.
Cáncer de células escamosas y el gen TP53
El gen supresor de tumores TP53 hace que las células con un ADN fallido mueran en el momento oportuno. Cuando este gen es alterado o modificado, estas células viven más tiempo del debido pudiéndose convertir en células carcinógenas.
Cáncer de células basales y los genes PTCH1 / PTCH2
Estos genes son los principales encargados de mantener el crecimiento de las células de nuestro organismo bajo control. Por eso, si uno de estos genes se vieran alterados, podría resultar en el crecimiento descontrolado de células basales, derivando en cáncer de piel.
Síntomas de cáncer de piel
¿Cómo saber si tengo cáncer de piel?
Son varios los pequeños síntomas que nos pueden indicar si estamos sufriendo algún tipo de cáncer de piel.
El problema es que, por lo general, pasan desapercibidos en nuestro día a día y los notamos cuando ya es un poco tarde.
Por eso, el principal síntoma para saber si estamos ante un posible cáncer de piel o no es ver si hay cambios significativos en nuestro cuerpo:
- ¿Hay alguna mancha o lunar nuevo que no habías notado antes?
- ¿Ha cambiado de tamaño, color o forma en las últimas semanas?
- ¿Tiene un color disperso e irregular?
- ¿Ha habido algún cambio en alguna herida antigua?
Estos son los principales síntomas que debes tener siempre presentes para consultar con tu médico de confianza en cuanto tengas la más mínima sospecha.
Saber prevenir, cuidar y proteger nuestra piel en las primeras fases de un posible cáncer de piel es fundamental para poder diagnosticar y tratarlo correctamente.
Ahora sí, vamos a profundizar un poco más en los distintos tipos de cáncer de piel.
Cáncer de piel, 4 tipos principales
Como es lógico, existen muchísimos tipos de cáncer en la piel. Nosotros vamos a tratar los cuatro tipos más típicos y presentes en nuestras vidas.
Cáncer de piel melanoma
El melanoma es sin duda el tipo más grave que existe de cáncer de piel.
Su origen se encuentra en los melanocitos, que son las células encargadas de la producción de la melanina de la piel. (La melanina es el pigmento que se encarga del color de nuestra piel).
El grupo de la población, generalmente hablando, más expuesta a padecer algún tipo de melanoma son las mujeres menores de 40 años.
Esto no quiere decir que si eres hombre o una mujer de 41 años ya estás exento de sufrir este tipo de cáncer de piel. Sin embargo, sí significa que absolutamente todos debemos cuidarnos día a día de la exposición solar.
¿Sabías que la radiación solar y UVA ha llegado a niveles tan altos que muchos expertos recomiendan no solo usar crema solar todos los días del año, sino gafas de sol en exteriores también?
No es ningún juego. Cuando somos jóvenes nos creemos invencibles, pero la realidad es que una tontería tan grande como llevarte siempre una sombrilla a la playa o ponerte protector solar todos los días del año te pueden salvar la vida. Literalmente.
Ahora bien, veamos cuáles son los distintos tipos de cáncer de piel no melanomas que también debemos tener bien presentes.
Carcinoma de células escamosas
El carcinoma de células escamosas de la piel es una variación de cáncer en la piel que se produce en las células escamosas de nuestro cuerpo que se encuentran en las capas media y externa de la piel.
Suele ser un tipo de cáncer mucho menos agresivo que el melanoma, pero igual de importante. Pese a no tener una incidencia de mortalidad alta, suele venir bien tener presente que es un tipo de cáncer que puede llegar a ser extremadamente agresivo.
Generalmente, los principales síntomas de un carcinoma de células escamosas en la piel son:
- Una llaga que no cicatriza
- Llagas con costra muy escamosa
- Parches o llagas rojas o ásperas en la boca
- Una nueva costra, llaga o parche en alguna herida o cicatriz ya existente
Si presentas algunos de estos síntomas y, sobre todo, si perduran en el tiempo y no desaparecen: ¡consulta a tu médico!
Carcinoma epidermoide
El cáncer epidermoide es un tipo de cáncer que desarrolla un tumor maligno en los queratinocitos epidérmicos.
Este tipo de carcinoma es sumamente importante ya que puede derivar en metástasis en algunos casos. Por eso es importante mantener un cuidado constante de la piel en todo momento (así esté sana por ahora).
Por lo general se diagnostica por medio de una biopsia y su tratamiento dependerá específicamente del tipo concreto de cáncer o tumor del que se esté tratando..
Carcinoma basocelular
Un carcinoma basocelular es la alteración o nódulo superficial que se forman en los queratinocitos que se encuentran en la capa basal.
Por lo general se diagnostica a través de la presencia de algún bulto inesperado en la piel.
Puede ser totalmente inesperado, o paulatino. Lo que sí que es súper importante de entender es que cualquier bulto en nuestro cuerpo del que no tengamos conciencia, debe ser examinado inmediatamente con nuestro médico de confianza.
Conclusión
Si hay una sola idea con la que queremos que te quedes es la siguiente:
Cuida tu piel todos y cada uno de los días del año. Esa es la única manera de prevenir al máximo el desarrollo de cualquier cáncer de piel. Y recuerda:
- Usa siempre protector solar, incluso cuando no es verano.
- Utiliza gafas de sol siempre que haya buen tiempo, sin importar la estación del año en la que estés.
Esperamos que hayas aprendido algo nuevo sobre por qué y cómo se produce el cáncer de piel. ¡Nos leemos en el próximo artículo!